28.5.13

El sexo de derechas

 Un pensamiento pavoroso comenzó a inundar mi mente en la medida que dirigentes populares expresaban sus opiniones dignas de sociedades involutivas  directamente ancladas en un oscuro pasado del que a su vez  presumían o silenciaban para no manchar su falsa imagen de liberales. No le di importancia argumentando que formaba parte de alguna de las muchas crisis con que la modernidad y la civilización nos ponen a prueba. Pero lejos de disminuir la angustiante imagen, porqué se trataba de una imagen, su detalle iba en aumento hasta extremos inquietantes de alta definición. Si la imagen hubiera sobrevenido de noche a estas horas estaría en tratamiento por insomnio inducido por pesadillas nocturnas. Quizá era un síntoma de alguna enfermedad latente pero el tiempo demostró que mi salud no se deterioraba a consecuencia de la imagen y más bien del sobrepeso. Intentando encontrar algún aspecto positivo para no amargarme la existencia, valoré la posibilidad de que se tratara de un don. Ya me veía participando en el concurso de Increíbles por mi privilegiada mente, pero dado que mi supuesta gracia estaba más cerca de lo esotérico y por lo tanto cercano a programas nocturnos de tiradores de cartas, desistí de mi segundo de fama.   La consecuencia inmediata fue someter el caso al método científico de análisis, estadística y valoración de resultados.  Un periodo de experimentación sirvió para estimular mi hipótesis y acelerar al máximo el proceso revisando y repitiendo pruebas en video. La terrorífica imagen aparecía una y otra vez acercándose al cien por cien de los casos. Llegué a la conclusión que la variable de la voz influía directamente sobre la imagen que cada vez se acercaba a un icono dibujado en la pared de una cueva primitiva. Sometí de nuevo a todos los sujetos grabados en sus apariciones televisadas a la prueba del silencio y la imagen mental apareció fielmente a su cita.
Era el momento de un nuevo ensayo casi definitivo sometiendo el caso a otros sujetos. Grabé horas y horas de televisión informativa en la que aparecieran políticos de derechas y la estadística disminuyó relativamente, aunque la cifra se aproximaba al valor de un experimento de física y no de la permisiva ciencia social. Una nueva hipótesis resurgió de las llamas del éxito. Y vuelta a empezar. Así, de una manera enfermiza, sistemática y dependiente en las semanas siguientes el despacho se convirtió en una desordenada acumulación de grabaciones cuyo análisis iba impactando en un programa de datos. La dedicación y esfuerzo científico emblanqueció mi faz y me acercó al peso ideal, aunque familiares y amigos confundían con alguna obsesión sin diagnóstico, temerosos de alguna influencia por las series vampíricas y de zombis.
Finalmente el sol tocó mi piel y deshizo los malentendidos. Pude llegar a las conclusiones.
La hipótesis partía de ver a un político de derechas y de inmediato la sugestión mental proyectaba la imagen del sujeto haciendo el amor lo que distorsionaba la propia imagen para no tener que soportar tremendo horror. La fases sucesivas del experimento científico llegó a revelar que sin escuchar su voz y sus ideas, se podía determinar si el sujeto era o no de derechas cuando incitaba a la sugestión mental de verles practicando sexo y la distorsión inmediata que iba cambiando de forma a través de desenfoques, distorsiones de lente, zooms u otros recursos televisivos.
Lo siguiente fue comprobar el efecto en otros actores sociales y así se llegó también a pseudoperiodistas y tertulianos de falsa convicción liberal, algunos de los cuales la imagen era de amor propio.
Pero la conclusión más prodigiosa era que el llamado don era capaz de llegar a identificar a políticos y periodistas de supuestas convicciones demócratas en unos auténticos reaccionarios aun manteniendo su aureola progresista.
En definitiva, el don identificaba no al sujeto de derechas, sino al pensamiento de derechas y sus extremos.

Mientras intento programar una aplicación Apps con el bendito don, voy a iniciar una nueva investigación partiendo de la hipótesis siguiente ¿Qué motiva y cómo son las personas que se atreven a hacer el amor con ellos?

21.5.13

Can Coll. Bodegó


2.5.13

Reproducció assistida